21.8.07

Polarkreis 18: El sueño hecho realidad

¿Qué pasaría si juntaras a Radiohead con Sigur Ros, e invitaras a The Postal Service para hacer las bases en algunas canciones?

Pues tendrías a PolarKreis 18.

Son alemanes (Dresde), con los veinte recien cumplidos, y al contrario de todas las nuevas tendencias guitarreras para hacernos bailar (leáse Arctic Monkeys, Franz Ferdinand, Kaiser chiefs…), nos han regalado ( porque no se puede describir de otra manera) una obra de arte titulada como ellos mismos, donde la belleza es la protagonista, donde los sentimientos se desbordan.

Si The Arcade Fire es el nuevo grupo de culto ( por méritos propios, sin duda), Polarkreis 18, debería ir el segundo en las listas. Escuchas y escuchas, y ¡caramba!, todas las canciones podrían ser su single. Una sensación de plenitud se apodera de ti, y cuando te das cuenta, el disco se acabó e irremediablemente lo vuelves a poner desde el principio. En su disco, homónimo, hay once canciones. Ninguna sobra, ninguna falta. Es un trabajo redondo. Empieza con una pequeaña intro con violines, y cierra el círculo con pianos.

El vocalista, te transporta a ese mundo imaginario lleno de flores de colores y de pronto lleno de oscuridad con ojos acechando. En la voz y en los violines es donde más se parecen a Sigur Ros, y son esos recortes sus mejores momentos. Las guitarras más plomizas de Radiohead, cuando parece que el mundo va a estallar, se introducen poco a poco, hasta que todo se une y te gritan al oído DREAM DANCER!!!.

Siempre imaginé a los alemanes rubios, duros, cortantes, pero Polarkreis 18, me hacen cambiar de opinión. Dulces y emotivos. Y llegan los ritmos tan, tan, tan similares a The Postal service, con las gemidos y las guitarras rascadas hasta el límite y surge Somedays Sundays. De nuevo los azotes guitarreros se abren paso poco a poco in crescendo, desde la dulzura de los primeros acordes, hasta la desesperación de los finales. Destacar el original corte ocho, titulado Look, donde toda la mezcla de sonidos de la que hablaba, se hace más palpable.

En un mundo, donde lo pasajero es lo actual, donde se mira más la pose, la ropa, los peinados que la propia música. Donde se encumbran a cuatro chavales de dieciocho años para dentro de un tiempo, dejarlos caer en el olvido, es un alivio, encontrar pequeñas piezas de arte, que se disfrutan toda la vida ( y no solo dos semanas) y que se escuchan por placer.

Polarkreis 18 ha llegado a la ciudad, para quedarse…


Let´s rock!



2 comentaris:

Eduard Gras ha dit...

La descripció que fa l'article m'ha fet pensar que m'agradarien i el vídeo m'ho ha confirmat.

Anònim ha dit...

jo també soc un fan de Polarkreis 18, es un grup genial que mereix arribar a Catalunya i a Espanya, espero que la seva discografica no s'oblidi que Europa tambè som nosaltres, i que la seva musica soni per aquí, visca Polarkreis 18